«calles del lugar do moraua: y despues con vn fierro fogoso le marcaua al triste la fruente por que fuesse como bullado por doquier que andouiesse a gran vituperio de todos los suyos. Lo segundo en que nos mas agrauiaua que venian sus desonestos y desmedidos criados y los que llamauan de·la ordenança y entrauan por nuestras casas y barrejauan quanto fallauan: y tomauan nuestros fijos y fijas y fazian d·ellos como de esclauos: y»