«los del rey de Aragon a·la boca del rio de Cullera donde no pudiesse la flota de Castilla entrar. El rey don Pedro ni por todo esso dexo de poner diligencia en·la yr a combater y sacar de ahi si podiera: mas no pudo cumplir su talante que Dios lo dispuso de otra manera: que el andando con su mala intencion desperto contra el vn viento y tormenta de tan gran trauessia que pensaron todos perder»