«la epistola mia con algun chico don enbie. Verdad es que açerca de Athenodoro falle. Entonçes saberas tu de todas cupdiçias ser suelto quando alli perueniras que nenguna cosa ruegues a dios sino aquello que rogar puedas publicamente. Agora quanta es la locura de·los hombres. Turpissimos votos a·los dioses jnsussurran. Si alguno allegara la oreja callaran. E aquello que no quieren los hombres saber a·dios cuentan. Vee pues si aquesto saludablemente»