«aqui vinieron tres ombres tras este ombre que esta a·la puerta queriendo lo matar: e nos otras lo dexamos aqui entrar con·la espada en·la mano assi: porque entonces estaua la puerta abierta: y el piensa agora que tu eres alguno d·ellos: e por miedo que ha non te responde. A·la qual dixo el mercader. O como aveys mucho bien obrado en escapar a este hombre de·la muerte. E»