«y passar tan seguro a vos que no temo peligro ninguno: ni hay enemigo que ose a mi llegar que no buelua fuyendo: que en reconoçer a cuya sonbra me acuesto a que arbol me arrimo donde el quedo ahorcado fuyra de pauor de ser otra vez puesto en·la horca: pensaua el triste matar la carne mortal de Cristo mas debaxo de aquella fallo la fuente de vida el pielago immenso del eterno valer: y ahi»