«y se enfortece por el particular. De esto se sigue que las casas deuen estar limpias y sin fedor alguno: y deuen se perfumar: porque el aire se altere: y por esta cautela: que en·donde yazen los feridos del mal que nos que los vemos deuemos estar cabe el fuego: porque altera el aire: consumiendo los malos humores: y por esso los fumos engendrados de buenas y limpias leñas mediante el fuego»