«de·los hombres y confessaron su maldad: y restituyeron lo furtado: y pidieron misericordia: y a·la postre fueron tan alumbrados de·la presencia y tanta virtud que de·los sanctos corporales salia que se fueron a·los yermos a fazer para siempre penitencia encerrados en sendas sanctas hermitas como varones de Dios: y assi por doquier que passaua la presencia de·la tanta diuinidad vnida con nuestra carne y sangre marauillosa daua rayos de su magestad»