«animos suyos como de fijos: dezian que otros nauios deuian muy presto llegar y que aparejauan muy gran armada no solamente para el socorro empero ahun para destruyr toda la hueste. Los de Rodas viendo ya su remedio dezian alabanças del papa Sixto quarto de su nombre. La nueua llego entre los infieles y muy espantados dieron mucha priessa en·la partida. Cumplidos .lxxxix. dias los perfidos turcos dexaron la ysla y ciudad de Rodas y nauegaron»