«y las madres tan llorosas dauan de sus maridos: otorgaron·les a·la postre los tristes y angustiados maridos que las podiessen siquier acompañar fasta donde se enbarcassen: fueron a Tarragona y enchieron todo el camino de vozes y alaridos de lagrimas y dolor. Estaua de·la otra parte el triste y tan catiuo almirante ya todo tan desfigurado y roto tan alterado el gesto y color y tan enbuelto en cadenas y fierros que no le conoçiera»