«suyos de que veen perdido el fecho reconoçen la maldad: mas remediar no la pueden: que ya los enemigos eran tan apoderados de todo que no leuaua remedio alguno: retraen se todos y el infante con·ellos al alcaçar real que llaman el Castillo Nueuo: y queda se el conde con·los enemigos. Embrauece en·este medio la guerra de·los reyes de España: el rey don Alfonso con·la fama que trahia de tan gran»