«e no temen el peccar, mas el ser punidos. Por·ende tu amado mio: no quieras amar mas el menos digno que el mas digno. No enxalces el cuerpo, e dexes el alma. No dexes alçar se a mayores la siruienta: e que la señora sea rapaza. Onde dize Crisostomo en·el libro del Reparo despues de·la cayda despues de·la cayda. Si menospreciamos la alma, no podremos saluar el cuerpo: ca el»