«mi prouecho alguno? Responde el rustico: yo te he prendido por que tu canto dulçe alegre mi coraçon. Dize la auezilla: en vano has trabajado: ca non te cantare por precio ni por ruego. El aldeano le dize: si non me cantas yo te matare e comere. Respondio la aue: en que manera me comeras? Si cozida en agua: el bocado sera bien pequeño de forma que non me sentiras»