«y quien duda señor que fijo con tantas lagrimas a nuestro Señor por mi demandado por el publico bien de vuestros reynos y tierras que Dios por su nobleza no me le haya otorgado? Ya quedo mucho mas gozoso y alegre el rey con la respuesta de reyna tan sancta que sabia quan deuota catholica y virtuosa era: y no dudaua que abastassen sus mereçimientos a esso y mucho le agradeçio del engaño que le hauia fecho: toda»