«cosa que la mentirosa Grecia osa en la hystoria poner. Ni digo mucho menos en dar tantos tyranos quantos Roma dio: que todo el mundo quasi con sus tantas y tan crudas y feroçes matanças houieran despoblado si turaran algo mas. Ni en dar prophetas y apostolos como dio la cruel Judea: que saluo con nonbre de Lamia que sus fijos despedaça y de Furia jnfernal que a ninguno perdona: el propheta Hieremias conparar ni significar»