«gran ceguedad de nuestra piensa y con detestable desonestidad de nuestra vida. Nos que deuemos ( segun la sentencia del apostol Paulo ) ser lumbres al mundo entre los otros ya somos cobiertos de tantas tiniebras tanta escuridad se nos allego que la symonia touida por tiempo como herege tan familiar y tanto amiga se nos ha fecho que ya sin ella star no sabemos dentro la casa de nuestro dios. Auaricia viene a nuestro lado: en casa»