«y principe tan fermoso y dispuesto que su par en la cristiandad no le hauia: y tan amado por todos que damas y caualleros no se podian fartar de mirar le. Porque por los mas coronistas se escriue que allende d·el ser mas alto de cuerpo que ningun cauallero de sus reynos dizen quando menos de vn palmo: tenia el rostro tan fermoso y de tan dulçe y gentil pareçer que todas las damas ponian los ojos»