«que no quiere, desesperada de su firme sperança, viue no vida, mas vna manera de muerte que moriendo la consiente beuir. E ya la continua guerra que de si a si mesma se faze, ha tanto alterado la su delicada presona, que mouiendo a piedat, aquel que con tales offensas offiende, dessea no ser tanto querido. La otra no menos enamorada, con ninguna parte de si contrastar al amor se dispone»