«su lumbre. E las strellas su resplandor. Los pueblos recibiran tormento en ver su rostro. Por cierto señor entonce enfermaran los peccadores: e pereceran por tu rostro. E esto de mucho dolor: quando lo veran alterado: e sañoso: e mouido contra ellos terriblemente: diziendo tu lo que dize Hieremias a .xviij. capitulos. Las spaldas les mostrare: e no el rostro en·el dia de su perdicion. O que tal»