«mato el leon. § Despues venimos en aquella casa de Zacharias en la qual despues de·la angelica salutacion entro la virgen señora nuestra y saludo a Helizabet: ende ordenaron el cantico dulce del magnificat anima mea dominum: y en·la parte alta de·la casa stouo por tiempo vna yglesia ya destruyda donde Zacharias lleno de·la gracia del Spiritu santo prophetizo y dixo. Bendito el señor Dios de Ysrael por que visito el pueblo suyo y lo redimio siquier»