«deuen ser consideradas todas aquestas cosas dichas. E en espeçial conosçer hombre la bondat del agua en·la sanjdat de aquellos que la acostumbran de beuer. E primerament si aquellos que la beuen han la gola e el cuello bien sanos e puros e la su cabeça e los pechos e los pulmones. Ca muchas vegadas acaesçe que por el corrompimjento que se cria o comjença en las partidas soberanas de·»