«trompetas y diuersos jnsturmentos y aconpanyamyento de·los grandes del otro mundo y d·este con hun tan grande pontifical que por no lo saber escriujr y por no menguar en su hestado he por meior el callar asi como vuestros altos pensamientos conosceran la magnificencia con que en la ciudad entraria, y despues de aposentado en los alcaçares d·ella, marauilla era de ver con quanta homildad y acatamyento era de todos los mayores seruido, y luego»