«quan dulce: e quan alegre cosa sera entonces haber aborrecido el mundo. E quan triste: e quan amarga hauer lo amado. Esta sentencia otrosi se dara por juhez: que por ningunos ruegos se corrompera: ni amansara. En·el .vj. de·los Prouerbios. No se inclinara por ruegos de hombre alguno. Por·ende ( como dize Crisostomo ) entonces no seran medianeros. Ni intercessores los angeles por los hombres. Ca el»