«desgraciadas malicias orladas de soberuia y de gentileza desaconpanyadas, mas porque veas la diferencia de tu desgracia con las gracias de·los que son mios, mira que Amor haze hablar los mudos, y esfuerça los couardes, y amansa a los soberuios, alegra a los tristes, que donde Amor esta, ay esta el reyr, alli es el cantar el dançar y baylar y la suaue musica, para las mis fiestas fue jnventada,»