«al maestro en artes o en rectorica quj solamente han cura de ordenar sus palabras con bellos vocablos. Aquesto acostumbran de fazer algunos hombres non mucho sabios que fablan con los labradores e personas grosseras ornadamente e sotil por tal que su palabra non pueda seyer entendida. njn por los grosseros njn por los entendidos e subtiles. Mas nos abreujamos el prologo e nuestras palabras. por tal que non semejemos a »