«de coraçon el perro que tu: el qual sienpre se acuerda del bien que rescibe: e tu non te acuerdas d·el. Non menosprecies a nigun enemigo por pequeño que sea. Ni te paresca mucho tener mill amigos. E otra vez el sabio mesmo de Arabia quasi estando a·la muerte llamo a·su fijo: del qual pregunto quantos amigos avia aquirido fasta aquel dia. Respondio el fijo: segund pienso ya tengo mas»