«la tierra quando la virgen Atalante que los dioses quisieron en tanta presura guardar maguer se pusiesen en·los mayores peligros. Aquella hora animosa mente firio el dañoso puerco de vna lança ronpiendo el ya algunt tanto por el trabajo amollentado cuero. Faziendo manar la caliente sangre mojando el duro fierro. Alli se boluieron las sangres del puerco caliente e de·los cauallos ya fria que muertos yazian en mistura estraña. Veyendo esto los valientes mançebos afincaron»