«le fazes enojo, el sera mas ayna sañudo de ty, que de otro; e tu enemigo si tu le escarneçes, apareja·te de su batalla, que no es a ninguno que no le desplega, e amor es cosa mouible que se muda ayna, e fallesçe apenas torna. Salamon dize: aquel que escarneçe queda escarnido, e su culpa es en general cosa. Despues, guarda que no digas maliçiosas palabras,»