«oficio vsar en la sigujente pregunta. Conosco yo en Espanya dos donas las quales virtut e bellesa, saber e buena gracia, muestran entre les muncho dispuestas dignas de ser bien amadas, e ciertamente no ha querido fallescer amor a sus meritos, ca de dos mancebos no menos en amar que en ser amados dispuestos, faze que sean ygualmente queridas, mas ni tan poco penseys el merescer de aquellos amor haya puesto en oluido,»