«grandeza de·la persona suya era mucha, asy aquella del anjmo era tanta que signanmente estimaua virtut, recelaua jnfamia e copdeciaua honor, a modo pareio por tal conoscimjento de mi, e yo d·el por gualardon de amor, fechos los bienes comunes, los sentimjentos yguales e los desseos conformes en vn si o no. Nuestras dos voluntades eran condecidas e asi diez anyos de·la floreciente edat nos tuuo aquella verdadera amistad ajuntados,»