«las palabras dichas y no penseys que a quantos fuesen sayones o pregoneros segunt costunbre de·los que por justicia mueren, mas grandes hombres muy apuestamente vestidos a cauallo en todas las cosas la magnificencia y estado del dios de amor enxalçando, puesto que las palabras del pregon avian de manifestar de necessario la causa de su muerte, y el ansi en su carro con grand pontifical aconpanyado como todo alto entendimyento conprender lo pudo, y muy»