«necessario que hiziese dos caras en hun cuerpo, la vna muy alegre donde recogia los plazeres que por bien amar se nos siguen y la otra cara triste do se acopilauan los lazerios y tormentos que d·este trançe de amor nos conquistan, esta su presencia entre las cosas que en todos los auctos en esta escriptura contados fue mas digna de lohar si se pudiese escriuir que tan dulce fuese al hoyr como marauilloso al mirar, y»