«el prologo e nuestras palabras. por tal que non semejemos a aquellos que reprehenden. pues nos deuemos dezir con·el adiutorio de Dios de toda labraçion o agricultura. E de pasturas e hedeffiçios de fuera villa segunt que auemos experiençia de los maestros e de las jnuençiones o manera de ordenar los hediffiçios e de todas otras cosas perteneçientes al labrador. Assi por razon de su plazer como por razon de »