«el vencedor del mundo del infierno y de·la muerte hauia instituydo. O que gozo tan desygual deuieron entonce los cristianos sentir quando tan manifiesto reconocieron la gloria infinita de aquel que seguian: que los cielos le festejauan los angeles le engrandecian: y todo el celestial palacio salia con tantos cantares y alabanças tan diuinas y con tanta fiesta y gozo a·le recebir y acatar que llenos estauan los cielos y la tierra de·la gloria del»