«los reyes y principes cristianos viuimos: encomenda·os a ella que nunca os falleçera: no lo touieron ellos por buen consejo el fazer lo assi ni se atreuieron a se poner en manos del que hauian tanto offendido: antes acordaron de se dar por vasallos al fijo de aquel que los hauia vna vez defendido. Y assi leuantaron en rey de Sicilia al illustre y claro infante don Fadrique: y la reyna su madre que fue»