«venida en aquella ciudad. e leuantando los ojos al cielo començo de dezir. Señor Dios todo poderoso reuelador de·las cosas secretas: assi como sabes mi jnnocencia: te suplico por tu piadad y clemencia sane agora este niño: por que parezcan tus marauillas y mi jnnocencia. E en·esse punto fue sano el fijo del rey. E visto aquesto el rey con todo el pueblo fizieron gracias muy especiales a Dios. »