«agora hoyres.§ Entraron vna noche dos ladrones en·la posada de vn cauallero muy rico: por que crehian d·ella sacar tanto que podrian hartar bien su codicia. E al estruendo d·ellos desperto el cauallero. el qual conjecturando que tal ruydo a tal hora no podia ser sino de ladrones: muy a·passito desuelo su mujer: y con muy sumida voz le dixo. Señora: sentido he que en nuestra posada »