«adelante señoria en mi y en todos mis reynos quanto quisieres.§ Respuso entonces la reyna. con humil gesto y benigno. Cosierue Dios la persona y el reyno del rey mi señor. el qual por su clemencia oluido el yerro tan grande. de su siruienta: la qual no solo merecia la muerte: mas ahun que d·ella no se osasse hazer memoria alguna. y por tu misericordia houiste piadad de mi juuentud. »