«en mi negocio tuuiesses bien conocida: ternias muy poca razon de ser tan cruel: e no sufririas de ser guiado por tu apetito. Respondio el juez con gesto muy mansueto en voz de todo el consejo. Amigo dexas agora vanas palabras: que no es tiempo de descomedir se en·la lengua. oluida tus mañas passadas: y tuuiendo a Dios por guion de tu alma confiessa vbiertamente lo que pecaste. y cobrando »