«Hoyendo el ximio aquesta razon doblo la sospecha. y dixo entre·si. Maldicho sea el desordenado apetito. que pone en diez·mil congoxas los hombres. E sin comparacion sea maldito el phisico que dio tal consejo. Mi desuentura no ha sido contenta con hauer me quitado los reynos: que ahun me ha armado lazo donde pierda la vida. al qual no tengo remedio: si con alguna engañosa astucia no le procuro. »