«y piedras para exercer su lauor: dexando lo todo por mandado del mercader. tomo la harpa en las manos: y tanjo tan dulcemente: y tan bien: que hasta la noche no tuuyeron cuydado de otra cosa ninguna. Venida la hora en la·qual se suele dar reposo al trabajo: pidio el maestro los cinco ducados del dia: y como al mercader le pareciesse agrauio. por no hauer recebido d·el el »