«Ninguno sabia este secreto sino los dos. otra persona viuiente sino tu no lo podia lleuar. vamos delante el alcalde: que yo quiero ver quanto en·ello se puede hazer de justicia. Y assi fueron delante el juez. el qual les pregunto: si hauia entr·ellos alguno que fuesse testigo. Respuso el engañador: si hai señor. ell·arbol mesmo en cuya rayz se puso el tesoro: dira la verdad si fuere »