«a Dios por mi alma. El hermitaño que vio gesto tan penitente y tan sanctas palabras: acogio lo de muy buena gana. y el ladron por assegurar bien su concierto: siruio le muchos dias muy deuota y fidelissimamente. Tan ganada tuuo el ladron la voluntad del sancto hermitaño: que muy sueltamente puso en sus manos y poder: quantas joyas y ropas tenia en·su celda y yglesia. Un dia fue necessario »