«lo hauian roydo de tal suerte. que nunca el se diera acata d·ello: hasta que lo huuieron todo comido. de·lo qual tenia tan grand pesar: que no je·lo podia dezir.§ Respuso el dueño del fierro: en toda mi vida hoi dezir: que ratones podiessen romper el fierro. quanto mas pode·llo comer. Y segund lo que yo te amo te digo: que tengo en poco la perdida del »