«la morisma era tanta y los cristianos tan pocos que solo Dios remediar le podia: el bienauenturado cauallero y martir sant Jorge con sus nobles paramientos y cota d·armas plateadas y la cruz colorada por medio tan marauilloso le apareçio: y peleando tan brauamente con los enemigos de·la fe: que el esfuerço que le dio fue tan grande y la victoria fue tan desygual y sobrada: que toda la morisma aterro: y toda quedo»