«culpas. Somos pues los hombres no solos dignos de mayor reprension en los yerros humanos, mas de·los suyos principal cauza. Ca de nuestras premjas procede ygnorança, madre de errores, resulta nigligencia nodriça de cargos, aparece desconfiança promouedora de males, e nasce apetito de lo contrarjado, sobre lo qual si la solteza de·las francesas o tartaras e la premja de·las cicilianas, affricanas, se mira, no freturara siertamjente aprobacion»