«y remitir·lo al juyzio de Dios. en cuyo poder: es el querer de·los reyes. cuyos principios suelen ser dulces: mas que la miel. y las mas vezes amargos y llenos de verino los fines. Y si·no me engañara como a otros la vana gloria del mundo: no siruiera yo a rey de straña ralea: pues sabia que yo como las yerbas. y el no viue sin comer carne. »