«tal suerte que a nadi no puedo alumbrar. E yendo el hermitaño al lugar donde a·la mar descienden las nuves. suplico al gouernador d·ellas: lo que ante hauia suplicado al sol. Respuso el gouernador de·las nuves: verdaderamente me ha Dios otorgado poderio grande y muy señalado. mas con todo te mostrare otro que es mas fuerte que yo. y es el gouernador de·los vientos. el qual con »