«las grandes lluuias y humidades que hauian cahido en·las heras. e despues con·los grandes calores secaron se tanto. que disminuyeron en gran quantidad. Boluiendo despues de muchos dias el masclo por recognoscer su granero: hallo el monton del trigo menguado. E començo de reñyr con·la hembra muy malamente: diziendo·le: no te mande yo que no tomasses trigo: hasta que en·los campos no hallassemos que comer en·»