«verdad los seguia de lexos por ver la sentencia del gato. el qual siempre tuue por sospechoso: ahun que todos dezian bien d·el. E como el gato supo que ellos hiuan a el por fazer lo juez. el se puso en vn destrado con las rodillas en tierra: exterminando el rostro como persona muy deuota y muy afligida. E como llegaron a el marauillaron se de tanta santidad y mansuetud. »