«quales los mortales llamamos bienes, bien considerados sus fines, mas al desujado qu·al possehidor, el nombre de bienauenturado disponen, dentro los quales apartado aqueste, ya no mas l·atormenten los hansiosos cuydados, nj los apassionan los naturales deseos, nj lo atribulan los cassos afortunados, nj los maleçiosos reportos ya sus oreias offenden, nj la maleciosa jnvidia que tanto biuo lo persaguja l·enoja. Mas en logar de veritat, de»